Soy una chica muy optimista
Se ha convertido en una de las actrices de moda. Desde que llegó de Cuba, Ana de Armas ha cumplido su sueño de ser actriz de éxito. Sigue siendo una de las protagonistas de El Internado, acaba de estrenar la película Mentiras y gordas y le llueven los proyectos. Top Music & Cine estuvo con ella y nos contó cómo ha cambiado su vida. ¿Te lo vas a perder?
Ana, hace poquito te hemos podido ver en la pantalla grande con Mentiras y gordas. ¿Qué tal fue la experiencia?
La verdad es que muy bien. Sobre todo porque es un proyecto en el que confiaron en mí desde hace cuatro años, cuando se empezó a desarrollar la historia, por lo que me siento muy halagada. Además, compartir trabajo con tan buenos actores y amigos siempre es un placer.
Desde luego: Mario Casas, Yon González, Maxi Iglesias, Hugo Silva... ¡No te quejarás de reparto!
(Ríe) No, desde luego que no. Ya somos como una familia, nos llevamos genial. Y como somos tan jóvenes, pues ha habido una química especial.
Así que después de los rodajes, había bastante fiesta...
A veces la había, ya que estábamos casi todos juntos y, encima, al lado del mar. Pero el problema era que teníamos que viajar mucho porque cada uno tenía su serie y hemos llegado a coger un avión por día para ir a rodar. Entonces era complicado coincidir todos.
Tú compartías protagonismo sobre todo con Hugo Silva... ¿qué tal la experiencia? Muy bien. Pese a que hay alguna escenita fuertecita, nos salió todo muy natural y hubo muy buen rollo. Hugo es muy buen profesional y facilita mucho las cosas. No hubo pudores y la verdad es que salimos muy contentos.
Carol, tu personaje en El Internado ha ido evolucionando mucho. ¿Sigues teniendo cosas en común con ella?
Claro, las dos somos muy valientes, por ejemplo, aunque en sentidos diferentes. Yo no me metería por todos aquellos pasadizos oscuros a buscar pistas, ¡qué miedo! Pero me considero una persona valiente en mi vida.
¿También eres tan indecisa como ella en el terreno afectivo?
No. Yo soy más echada para adelante. Soy una persona muy optimista, y como siempre pienso que van a ir bien las cosas, no me las planteo mucho y hago lo que me apetece. Quizás debería pensarlas más.
¿Cuál crees que es el secreto de la serie para que siga funcionando tan bien tras tantos capítulos?
Que es algo original que no se hace mucho en España. Creo que es una serie de calidad, en todos los sentidos, donde todas las cosas tienen un porqué. Y se cuida hasta el más mínimo detalle. Además, los actores que trabajan conmigo son todos una maravilla.
¿Cómo llevas la popularidad?
Bien. Es una cosa que no esperaba, pero que no me molesta en absoluto. Soy consciente de que, si salgo en televisión, es algo que puede pasar y que no me puede molestar, al contrario. La gente sólo se acerca para darte muestras de cariño y eso quiere decir que les gusta tu trabajo. No sé, yo estoy encantada.
Pero supongo que te habrá cambiado mucho la vida desde que viniste de Cuba...
Pues mucho. He madurado a marchas forzadas. Allí estudiaba teatro, hacía alguna película en mi ciudad, estaba con mi familia... Ahora vivo sola, vivo de la interpretación, me paso el día trabajando... El cambio ha sido en todos los aspectos. Echo de menos a mi familia, pero me encanta vivir en España.
¿Con qué personaje de El Internado te llevas mejor detrás de las cámaras?
Sinceramente con todos. Es que ya somos más que amigos. Con Blanca y Elena hablo de unos temas y los chicos me aconsejan en otros en los que las chicas no sabemos tanto (ríe).
¿Cuál es tu meta a corto plazo?
Me gustaría seguir haciendo cine en España.
¿No te atrae la idea de Hollywood?
Es algo que me encantaría. De hecho estoy aprendiendo bien inglés, por si surge alguna posibilidad. No hay que cerrarse puertas nunca. Nada es imposible si trabajas mucho y pones ilusión.
Ana de Armas, íntima
Ana es una chica que gana en las distancias cortas. No sólo es mucho más guapa en persona que tras la pantalla de televisión o el cine, sino que además nos encontramos a una chica muy simpática que, pese a su juventud y popularidad, tiene los pies en el suelo. En la intimidad a Ana le encanta el chocolate, el café de Starbucks y poder pasar tiempo con sus amigos. Pese a estar lejos de su familia, Ana afirma que intenta enviarles a Cuba una copia de cada capítulo o revista en la que sale. Tanto es su cariño por su familia, que su hermano se ha venido a vivir con ella. Pero lo mejor de Ana es, sin duda, que nunca pierde su preciosa sonrisa.
miércoles, 23 de diciembre de 2009
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